viernes, 19 de noviembre de 2010

Anemia Hemolitica


La sangre humana está formada por un líquido llamado plasma y por tres tipos de corpúsculos celulares llamados glóbulos blancos y rojos; y plaquetas, Los glóbulos blancos ayudan al cuerpo a combatir las infecciones y las plaquetas ayudan a detener los sangrados. Los glóbulos rojos llevan el oxígeno a todas las partes de su cuerpo para su desarrollo y buena salud. El periodo normal de vida de los glóbulos rojos es de 120 días aproximadamente. Después de este tiempo, los glóbulos rojos mueren y su medula ósea se encarga de producir glóbulos rojos nuevos para reemplazar a los que murieron.
Las células requieren del aporte de oxígeno para su correcto funcionamiento. Los encargados de llevar oxígeno a los tejidos son los hematíes, también llamados eritrocitos  o glóbulos rojos. Cuando los hematíes se rompen, bien sea por alteraciones propias del glóbulo rojo, por lesiones en los vasos por lo que circulan o por alteraciones del bazo, se produce lo que se denomina una anemia hemolítica.
La anemia hemolítica es una afección en la cual hay un número insuficiente de glóbulos rojos en la sangre  es ocasionada por la destrucción prematura de estos. Existen  muchos tipos específicos de este tipo de anemia, los cuales se describen de manera individual.
El tipo más frecuente se debe a la presencia de auto anticuerpos (contra uno mismo). Estos atacan a los glóbulos rojos y disminuyen su periodo de supervivencia. Se diagnostica por una prueba de Coombs positiva.
La hemolisis puede aparecer por factores intrínsecos o extrínsecos, por ejemplo, por un antígeno extraño, como el derivado de una reacción a la transfusión, o una reacción autoinmune en que el agente hemolítico es intrínseco al organismo del paciente. La anemia hemolítica adquirida suele deberse a una respuesta inmunitaria anormal que causa una destrucción prematura de los eritrocitos.
Las personas con una anemia hemolítica crónica suelen evolucionar relativamente bien durante un periodo de tiempo, aunque muchos factores pueden precipitar una crisis hemolítica o hemolisis aguda (por ejemplo, un sujeto con una anemia hemolítica leve puede presentar una anemia intensa con un proceso infeccioso agudo o con cualquier otro factor estresante fisiológico o emocional como cirugía, traumatismo o malestar emocional). Una hemolisis generalizada provoca una disminución aguda de la capacidad de transporte de oxigeno de la sangre, lo que origina una disminución del aporte de oxígeno a los tejidos.
La anemia hemolítica puede ser un problema de corta o de larga duración. Con el paso del tiempo, la anemia hemolítica puede presentarse rápidamente o lentamente.
La anemia hemolítica autoinmune se asocia con relativa frecuencia son síndromes linfoptoliferativos. El 20-25% de los pacientes afectados de leucemia linfática crónica y el 45% de los afectados por linfadenopatia angioinmunoblastica la presentan en el transcurso de la enfermedad.
La destrucción de estos glóbulos rojos, recibe el nombre de hemolisis y existen dos tipos de esta anemia hemolítica, la intrínseca y la extrínseca.
La anemia hemolítica intrínseca, se produce por un defecto mismo de los glóbulos rojos y por lo general es un tipo de anemia hereditaria.
La anemia hemolítica extrínseca, se produce cuando los glóbulos rojos se produce sanos y luego más tarde se destruyen al quedar atrapados en el bazo o son destruidos por diferentes consumos de fármacos, generalmente esta enfermedad se produce cuando en el organismo hay presencia de grandes infecciones como es el caso de la hepatitis, fiebre tifoidea, E.Coli, o presencia de estreptococos, medicación muy fuerte como tratamientos prolongados con penicilina, leucemia, o linfomas, trastornos autoinmunes, artritis reumatoide, colitis ulcerosas, y diferentes tipos de tumores.
Por lo general se presenta mediante síntomas como palidez anormal, color amarillento en la piel y en la parte blanca de los ojos, orina de color muy oscuro amarronado, y viene acompañada de estados febriles, debilidad, mareos, confusión, incapacidad e intolerancia frente a la actividad física, aceleración en el pulso cardiaco, taquicardia, o soplos al corazón.

Referencia
New York Academy of Science, Cooley’s Anemia, Eigth Symposium, publicado 22 de junio de 2005.

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